Dogecoin fue inventado por los antiguos ingenieros de software de IBM y Adobe Jackson Palmer y Billy Markus el 6 de diciembre de 2013. Comenzó como una broma, con Shiba Inu Dog como logotipo. Poco después de su lanzamiento, se convirtió en cultura pop, dejándose llevar por las expectativas el meme del perro. Lo que comenzó como una comedia en línea resultó ser una criptomoneda descentralizada y fácil de usar con tarifas exiguas. Algunos de sus primeros usos fueron las organizaciones benéficas y las propinas en línea. Hasta 2022, Dogecoin ocupaba la posición 12 con una capitalización bursátil de 22.787.606.651$ según la capitalización bursátil de coinmarketcap.
Los creadores inicialmente querían que Dogecoins tuviera un suministro fijo de 100 mil millones de monedas. Sin embargo, este límite se eliminó y los usuarios continuaron extrayendo nuevas monedas. Esta decisión tenía como objetivo mantener el precio del token lo más bajo posible. Por eso tiene más sentido realizar transacciones incluso con pequeñas cantidades con Dogecoin. No es de extrañar que se la considere la moneda de la gente.
Dogecoin es increíblemente popular entre los jugadores. Lo usan para hacer apuestas en nuevos casinos en línea y mantenerla como una forma de inversión. Dogecoin se almacena en la billetera DOGE y su token se puede intercambiar en bolsas de criptomonedas por otras monedas digitales. Dogecoin utiliza una red descentralizada que facilita las transacciones entre pares como otras monedas digitales. La descentralización significa que ninguna institución o autoridad financiera ejecuta los pagos ni controla la red.